Etapas...

Me desperté un día, en el extranjero, sin nada que hacer, nada que decir. No conocía nada, ni a nadie. Y me di cuenta, de que ahí es donde de verdad sientía el anhelo de mi pueblo, mi gente, mi vida, ella. Estaba aquí, en un país diferente. Otras tradiciones, otras comidas, otros horarios. No conseguía acostumbrarme, y ni siquiera sabía por qué estaba aquí, sin nada que hacer, nada que decir.

Recordé el parque de tu calle, en el cual pasé mi infancia jugando con la arena, los columpios; y mi adolescencia, saltándonme las reglas, con mis amigos, de botellón, las chicas. En esos momentos no hallaba más que felicidad...

Y aquí sin embargo, no tienía amigos, no tienía el apoyo de mi familia. No conseguía sacar a todo esto su máximo esplendor...Ya no era el niño que era antes. Ahora todo se complicaba, empezaba mi reto y tenía que hacerlo todo bien para conseguir la felicidad...

Pasaron los años y mírame ahora nieto, y aprende. Vine aquí sin tener nada y diez años lo había conseguido todo. A tu abuela, que magnífica persona. Me acuerdo cuando nos conocimos...Todo era tan excéntrico, pero pasó el tiempo...Nació tu madre. Que chiquitita era. Cuando tenía tres años la llevamos de vacaciones a España, para que conociese un poco más de mi vida allí...Volví a ver a mis viejos amigos, el parque...Y me volví a llenar de felicidad.

Y veintisiete años después naciste tú. Y ahora estamos aquí, tú preocupándote por tonterías y ¿ sabes lo que te voy a decir de todo esto? VIVE TU VIDA NIETO...¡PERO NO CORRAS!