Los pies de la memoria (real o inventada)

A, 15 de abril: La Tierra antes de la existencia del ser humano.
B, 22 de abril: La Tierra después del ser humano.
A, 29 de abril: Rosas de piedra.
B, 6 de mayo: El don de la ignorancia.
A, 13 de mayo: Perdidos en un cuento.
B, 20 de mayo: Los lunes.
A, 27 de mayo: Llegas tarde a tu tiempo.
B, 3 de junio: Nunca estuve aquí.

lunes, 15 de junio de 2009

¿Nunca estuve aquí?

Jenni se acercó a Halcon con furia. Los tres le odiábamos desde luego pero fue ella la que se lanzó. Finalmente llegó adonde estaba él y, sin cortarse, le introdujo fuertemente su pie en la entrepierna. Perplejos, tanto ella como nosotros, entramos por la majestuosa puerta del edificio mientras Halcon se retorcía de dolor en el suelo.

Ni siquiera habíamos terminado de atravesar el umbral cuando unas diez armas de fuego nos apuntaban. Todo sucedió a gran velocidad. Tan pronto como empezamos a correr por un pasillo se oyeron los disparos y algunos gemidos de nuestros perseguidores. Aunque los tres nos esperábamos un recibimiento parecido estábamos sorprendidos por la información que manejaba Casius, que ya había ordenado a sus hombres darnos la bienvenida con un enorme arsenal de armas. 

El pasillo era estrecho. Solo podíamos ir en fila india a toda prisa, intentando despistar al gran número de personas que nos perseguían. Tamma giro bruscamente a la izquierda varias veces por lo que estábamos completamente desorientados. Por fin el pasillo se ensanchó. Notamos la presencia de gárgolas de piedra a ambos lados de la pared. El rostro de esas gárgolas era amenazador. Parecía que si se miraban demasiado tiempo acabarían explotando en un mar de escombros.

Al final del pasillo había una puerta entreabierta. Sin pensar entramos en la sala la cual, afortunadamente estaba vacía. Nada más entrar, cerramos la puerta con una vieja llave que había encima de una mesa. Jenni se guardó la deteriorada llave en el bolsillo y se acercó a la siguiente puerta.

La puerta se abrió de par en par e inundó de polvo la pequeña estancia. Detrás de la gran nube de polvo se podía vislumbrar una enorme figura de cabello negro que nos observaba con satisfacción. Casius se acercó más y más hasta que se hicieron visibles sus pequeñas cicatrices que le invadían el rostro. De repente sus ojos se fijaron en mí y dijo con gran satisfacción.
       - Bienvenido Yahim, hijo de Danna y único heredero de las Rosas de Piedra.

La verdad puede ser dolorosa y clavársete en lo más hondo de tu alma. Algo tan sencillo que jamás me lo hubiera planteado. El hombre al que yo consideraba el más ruin y despiadado de todos los tiempos no era otro que mi padre. Aquel padre con el que yo había soñado tantas veces, y al que había añorado tanto. Ahora esos sueños habían perdido todo el sentido y la verdad se me clavó tan fuertemente que no podía respirar. Solo podía resignarme ha quedarme ahí, de pie, como si los demás nunca hubieran estado allí, contemplándome como lo estaban haciendo. Lo inimaginable se había hecho realidad. Mientras mi cuerpo continuaba en su postura inicial, mi mente volaba muy lejos, tan lejos como si fuera ella la que nunca hubiera estado ahí.





Perdidos en un cuento

La insólita frescura que desprendían las olas. La tenue melodía  que formaba la brisa. La inmensidad del mar extendiéndose ante nosotros. La delicada arena que acariciaba nuestros pies. Era como si no fuera real. Una realidad confusa; tanto como para no creértela.

El típico paseo marítimo rodeado de luces se vislumbraba desde allí. Tanta gente ajena a esto. Tantas personas que no saben que se siente. Eso si que parecía imposible...

Confuso alcé la vista hacia el cielo. Las estrellas tenían una belleza inusual aquella noche. Ya lo había olvidado todo. Me había separado de mi camino y ya sería muy difícil volver a él. Lo peor de todo es que, además de alejarme de mi camino había dejado atrás también a Jenni y a Tamma. Ahora solo estábamos yo y una oscura figura que desprendía una extraña sensación de bienestar.

A pesar de mi enorme curiosidad no me atrevía a mirarla a los ojos. No hubiera hecho falta. Estaba seguro de que ese ser no era maligno. El simple echo de estar a su lado era simplemente delicioso. Una sensación que no había experimentado en toda mi vida.

Volví la vista de nuevo al paseo marítimo y me quedé petrificado. Las nubes que se elevaban por encima del pueblo formaban las dos caras de mis amigos. En cada una había una expresión de profunda agonía. Aterrorizado bajé la vista y miré por primera vez en toda la noche aquella figura. Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Mis ojos reflejaban una cara. Una cara normal con una radiante sonrisa. Pero en esa sonrisa percibí el mal. Algo tan maravilloso como una sonrisa era el símbolo de una increíble maldad. 

Entonces lo entendí todo. Entendí por qué estaba allí. Comprendí a qué se refería el anciano cuando me previno. Y entendí porque estaban allí aquellas fantasmagóricas caras de mis amigos. Mi propia mente me había encerrado aquí. Necesitaba encontrar el modo de salir. Salir de allí y continuar mi camino hacia el Templo de Danna. Tal vez Casius creyó que sería los bastante tonto como para no darme cuenta. Así tendría el tiempo suficiente para llegar al templo antes que yo. Pero no podíamos quedarnos en ese lugar mis pensamientos y yo. Teníamos otras cosas que hacer antes que estar allí, perdidos en un cuento



LA TIERRA ANTES DE LA EXISTENCIA DEL SER HUMANO

Algunos dicen que el planeta fue creado por un dios muy poderoso, otros que fue por una gran explosión que hubo en el espacio, pero de lo que no cabe duda es de que este planeta ha cambiado mucho desde entonces. todo empezó con la formación de una pequeña célula y de ahí a una gran variedad de especies. Hace millones de años convivieron en armonía reptiles, aves, peces e insectos, todos de un tamaño muy superior al que presentan ahora. No existían los mamíferos, todos eran ovíparos. Las plantas también tenían unas grandes dimensiones y de muchísimos tipos.
Años después se congeló todo el planeta y pasados miles de años todo volvió a la normalidad. Aparecieron las nuevas especies de seres mamíferos. Los reptiles fueron evolucionando poco a poco, así se formaron los primeros. Algunos no evolucionaron mas, pero otros siguieron su proceso evolutivo y llegaron a ser los primeros seres bípedos. Se dice que justo antes de los seres humanos, en el proceso evolutivo, se encuentran los monos. La verdad es que son los animales que más se parecen a nosotros en sus actos.
A mi, personalmente, me hubiese gustado conocer el mundo en estas épocas para poder ver a todos los seres vivos que ahora no existen.

domingo, 14 de junio de 2009

NUNCA ESTUBE ALLÍ

Nunca estuve allí, no quería estar allí, no podía ser...
Tenía la boca seca y me pesaban los párpados, no podía abrirlos. Escuchaba voces que hablaban a mi alrededor, ¿eran dos? No. ¿ Eran tres personas? No , no, no estaba segura, sólo les oía hablar. -¡Que pena!- decían. ¡Tan jóven! ¡Qué mala suerte! Una vida estropeada.
Pero ¿ de quién estaban hablando? ¿No se daban cuenta de que escuchaba? No, no se daban cuenta porque yo no podía abrir mis ojos, no podía decir ni una palabra. Intenté mover un dedo, puse todo mi empeño pero era imposible. Mi mano, como toda mi persona, estaba totalmente pegada a la cama. Oía ruidos, muchos ruidos. Eran pitidos, zumbidos, vocecitas, resoplos continuos, no se... fuera lo que fuera me estaba poniendo muy nerviosa. Me volvían de un lado para otro, parece que me estaban lavando, si, porque yo sentía el agua correr por mi cuerpo. ¡Pero no podía ser! ¿Lavandome? ¿Por qué? No...¿Cuánto tiempo llevaba ahí?
- Qué jóven.
- Pobre chica. ¿Se quedará así para siempre?
¡No! ¿Cómo me iba a quedar así para siempre? Si yo estaba despierta, estaba escuchando todo lo que decían, todo lo que repetían una y otra vez, siempre lo mismo. ¡No!
Me tengo que mover- pensaba. ¡Me tengo que mover! Y cada minuto sentía mas angustia, mas desazón... Sentía como si de un momento a otro fueran a darme por imposible y a dejarme de lado, como si ya no existiera, como si ya no sintiera, como si ya no viviera.
Mi corazón se aceleraba, cada vez más y más. Parecía como si se fuera a salir del pecho. Cada vez me ponía más nerviosa porque el tono de las vocecilla iba aumentando, cada vez escuchaba mas pitidos, mas temblores... ¡ Quiero despertar!- gritaba dentro de mi cabeza.
No se cómo ni por qué, pero sentí un fuerte calambre en los párpados y esta vez fue la definitiba. Ya no es que quisiera abrir los ojos, esque si no los abría me estallaban. Y los abrí. Solamente veía caras estrañas, desconocidas, con los ojos abiertos como platos, como si estuvieran viendo un milagro. Pero enseguida apareció mi hermana, y seguidamente mi padre y mi madre y...todos sobre mi, abrazandome llenos de alegria mientras yo, totalmente anonadaa y perdida, luchaba por mantener los ojos abiertos, después de cinco meses con ellos cerrados.

sábado, 13 de junio de 2009

NUNCA ESTUVE ALLÍ

Sandra es una niña que vive en un pequeño pueblo de montaña.
Y en invierno solo tiene una amiga, Eva, porque las demás viven en la ciudad y solo van al pueblo en verano.
Los padres de Sandra son los típicos padres a los que no les gusta salir a ningún sitio, están todo el día metidos en casa, nunca van de vacaciones...
A Sandra cuando era más pequeña esto no la importaba, pero ahora ya ha cumplido los 14 años y únicamente ha salido del pueblo con las excursiones del colegio.
Eva tampoco solía salir del pueblo pero ya lleva dos años que se va dos semanas de vacaciones, y esto a Sandra le da mucha envidia.
Cuando llega agosto vuelven todas sus amigas y cuentan como han vivido sus vacaciones y lo bien que se lo han pasado.
Este año Eva volvió contando su experiencia al viajar en un crucero, se recorrió todo el Mediterráneo, conoció mucha gente nueva, hizo muchos nuevos amigos...
Cuando sus amigas contaban esto a Sandra la daba mucha envidia y siempre pensaba lo mismo “ yo nunca he estado allí”...
Pero este año, después de mucho insistir a sus padres para irse de vacaciones, por fin lo ha conseguido y la han prometido ir una semana a la playa.

viernes, 12 de junio de 2009

LUNES

El lunes...para Marcos era el peor día de la semana.
Marcos es un chico de siete años que vivía en un pequeño pueblo con sus padres.
Tardaba en ir al colegio 15 minutos andando, pero siempre iba acompañado de su madre, excepto los lunes, porque ella tenía que trabajar.
Para llegar al colegio tenía que pasar por delante de una casa que estaba abandonada.El tenía miedo a esta casa.Cada vez que pasaba por delante, le parecía oír ruidos extraños, su madre le dijo que no tenía porqué tener miedo, pues era una casa normal. Marcos decidió ponerla un nombre...y la llamó “la casa encantada”. A pesar de lo que dijera su madre, él seguía teniendo miedo, pues creía que en esa casa habitaban fantasmas.
Un lunes cuando pasaba por delante, una voz le dijo:
-¡Hola!
Marcos muy asustado al no ver a nadie, salió corriendo hasta el colegio.
La mañana se hizo larga... pero por fin llegó la hora de regresar, y volver a pasar por delante de “la casa encantada”, pero cuando ya estaba llegando vio que un niño de su edad jugaba en la puerta, Marcos se acercó, el niño le miró y le dijo:
-¡Hola!, ¿te ha pasado algo?, esta mañana te he saludado y has salido corriendo...¿a dónde ibas?
El chico se acordó de lo sucedido por la mañana, y se dio cuenta de que era él el que le había hablado.
-Bueno...verás...es que...tenía que ir al colegio y llegaba tarde- mintió Marcos.
¿Y tu que haces aquí?-continuó.
Me acabo de mudar...¿quieres jugar conmigo?
Marcos aceptó.Estuvieron un rato jugando y después el niño decidió enseñarle su nueva casa.Le gustó mucho y desde este día ya no iba solo al colegio los lunes porque su nuevo amigo le acompañaba y además ya ha dejado de tener miedo a esa casa.
Marcos nunca le dijo a su amigo lo que sentía al ver su casa...

UN ROBO

Era una tarde de domingo, Soraya regresaba a casa después de pasar el fin de semana en su pueblo natal, en casa de sus padres.
Era una chica de diecinueve años, que estaba trabajando en una tienda de ropa y vivía con una amiga en las afueras de Madrid, a pesar de que no la gustaba la ciudad.
Su compañera de piso, Isabel, también había salido a visitar a su familia el fin de semana, por lo que la casa estaba vacía desde el viernes.
Cuando Soraya llegó, vio la puerta de su piso entre-abierta, y supuso que Isabel habría llegado antes y se había olvidado cerrarla, no le dio mayor importancia... entró en la casa y lo que se encontró no le gustó nada, estaba todo destrozado, los muebles tirados por el suelo, un montón de estanterías vacías...
Soraya, al ver todo esto, fue corriendo a ver si estaba la televisión, el DVD,el ordenador... y algunos ahorros que habían dejado en la casa.
Al ver que nada de esto estaba en su sitio, se echó a llorar desconsolada.
Al cabo de un cuarto de hora llegó Isabel, que al ver a Soraya llorando fue corriendo a preguntarle qué había ocurrido.
Ella se lo contó entre lágrimas, y después fueron a denunciar lo que para ellas había sido su primer robo.

Nunca estuve aquí.

Miré a mi alrededor en cuanto desperté. Estaba en el suelo, me dolía todo, y la sala estaba sumida en la oscuridad. Cuando mis ojos se acostumbraron a la penumbra vi una pequeña mesa de noche sobre la que reposaba un reloj luminoso. Presioné una tecla y comprobé que pasaban las seis de la madrugada del 29 de Febrero. Sonreí hacia mis adentros. Al menos, sólo tendrán que recordar el día de mi muerte cada cuatro años, pensé.
No quise levantarme del suelo, así que gateé hasta la puerta e intenté abrirla, con éxito para mi sorpresa. Escuché unas voces que venían de la planta de abajo, y pude ver cómo las primeras luces del día se filtraban por los ventanales del pasillo. Recorrí de puntillas el espacio que me separaba de esas voces. Aun sabiendo que nada podría salvarme, quise conservar las horas que me quedaban, y necesitaba discrección.
-Saldremos en una hora -susurró una voz femenina.
-No, ahora... ahora, por favor. Vámonos -aquella voz sonaba sollozando, al borde del llanto.
-Está bien, trae tus cosas. En cuanto haya recogido, ¿vale? -la mujer terminó su frase en un suspiro cansado.
-Bien, bien...
Unos pasos torpes se acercaron hasta el lugar donde yo me hallaba. La voz sollozante pertenecía a un joven de unos veinte años que jugaba de forma nerviosa con su pelo, y hablaba para sí mismo. Paró dos metros delante de mí, y por un segundo pensé que me había visto, pero era imposible. Mi escondite detrás de aquel armario era infalible. El joven se balanceaba al tiempo q chasqueaba los dedos, susurró y continuó su camino. Pensé que padecía algún tipo de autismo, y recordé lo que me habían contado de aquella familia, así que debía ser Dorian. Continué mi camino y frené antes de llegar a la sala donde había oído las voces. La misma que había susurrado cuando yo espiaba sonó fuerte y clara en mi espalda, sobresaltándome.
-Pensé que el sedante duraría, como mínimo, hasta el amanecer -dijo. Yo no respondí.
Pasaron varios segundos hasta que la mujer supo interpretar mi silencio.
-Mira, yo me tengo que ir, y me ordenaron que te entregara de forma fácil. Despierta no me parece que sea fácil matarte, ¿no crees? Y tienes que estar viva para que ellos te maten, así que me acabas de estropear el plan.
Mientras ella hablaba, tomé un jarrón, y cuando terminó su discursito, lo estallé en su cabeza. Cuando cayó al suelo, me pareció muchísimo menos amenazadora. No sabía qué hacer entonces. Había asumido que estaba perdida, sin escapatoria. Pero ahora.. nada me retenía. Volví hacia mi escondite en el armario y encontré al joven autista, mirándome. Llevaba una maleta en la mano, y me la tendió.
-Nunca... nunca estuve aquí -tartamudeó. Dorian me inspiraba una infinita confianza, no sabría decir el motivo.
-¿Qué? Dorian, ¿qué has dicho?
Él me señaló, indicando que cogiera la maleta. Sin dejar de chasquear los dedos, se señaló a sí mismo y lo repitió: "nunca estuve aquí". Acto seguido me señaló a mí.
-Nunca estuviste aquí -repetí. Él negó, y entonces lo comprendí. Era mi salvación -Yo nunca estuve aquí. Yo no he estado aquí.
Asintió, satisfecho. Se acercó a la figura que se hallaba tendida en el suelo y se sentó a su lado, balanceándose. Tomó entre sus manos los cristales del jarrón, y vi cómo se le clavaban mientras yo salía por la puerta trasera. Aquel muchacho sabía mucho más de lo que nadie imaginaba, y yo le debía mi vida.
Cuando me alejaba por la carretera también pude ver un camión negro. El transporte de los que iban a ser mis asesinos.

DEMASIADO TARDE


Me siento torpe, como si corriera sobre arena mojada. Soy incapaz de mantener el equilibrio sobre el cemento. Tropiezo varias veces, y en una ocasión casi me caigo. Tengo varios rasguños en las manos de apoyarme en la acera para amortiguar la caída. Me levanto corro otros pocos metros y me tambaleo para volver a caerme. Pero no puedo rendirme solo dos calles mas y entonces...

Sigo corriendo, jadeando, con el rostro empapado de sudor, ya no siento las piernas, el sol me quema la piel, me siento vulnerable.

Por fin doblo la última esquina justo a tiempo para ver desaparecer el autobús al final de la calle. El mundo se viene abajo. Ya nada importa, ya todo da igual, todo es inútil, todo ha acabado...

No puede haber acabado. ¿Cómo he podido permitir que pasara ésto? ¿Por qué no me di cuenta antes? Pero ya da igual, la única razón de mi existencia se aleja más y más a cada segundo que pasa... ¡He fallado y ya no hay nada que pueda hacer para evitarlo! Es demasiado tarde.

Noto como mis ultimas fuerzas me abandonan, la calle se desdibuja a mi alrededor. Me estoy hundiendo poco a poco en el océano de dolor que una vez fue mi mente, mi conciencia, mi corazón... pero ya no saldré a la superficie............

Llegas tarde a tu tiempo...

¿Cuántas veces no hemos querido retroceder en el tiempo y rectificar?Puf.....muchísimas ¿verdad?...quizás deberían inventar una máquina del tiempo a nuestra disposición y poderla utilizar en los momentos más trágicos.

Decisiones absurdas, equivocadas, fuera de contexto...situaciones embarazosas...¿os imagináis poder prescindir de todo esto? sería genial pero claro...puede que perfecto y lamento deciros que el mundo no está hecho para la perfección.

Principalmente porque nosotros, los humanos, no lo somos y nunca llegaremos a serlo, además, el equivocarse ayuda a mejorar y a cuidar pequeños detalles, a madurar y formarte como persona, pero lo que sí es cierto es que a veces la experiencia es dura y cruel.

Pensad en las veces que os habréis dicho a vosotros mismos :"si pudiera retroceder..." al oír: "demasiado tarde; lo hubieras pensado antes"...¡¡¡Pero por Dios!!! que todos somos humanos y tenemos el derecho a equivocarnos.¡Cuánta injusticia repartida por el mundo! jajaja...es triste pero es así; el ser humano está destinado a los reproches y a la equivocación.¿Puede que evoluciones hacia la perfección?Lo dudo...

¿PREPARADO PARA RECTIFICAR?

jueves, 11 de junio de 2009

¿ÉSTE ES NUESTRO FUTURO?




No puedo respirar. ¿Qué pasa? ¿Por qué hace tanto calor? ¿Qué es esto? Abro los ojos y me encuentro en un lugar extraño, desconocido, inhóspito. ¿Qué hago aquí? Yo no debería estar en este desierto rojizo. No es aquí donde me han enviado. ¿Dónde esta mi ciudad?, ¿donde están las nubes?, ¿dónde están los seres humanos?
Mire a donde mire me encuentro mas que arena rojiza, escombros, polvo, soledad y la desagradable e insoportable sensación de que el aire desaparece antes de llegar a mis pulmones. Miro al cielo y suelto un grito ahogado, pero este se rompe antes de poder salir de mi boca. ¿Dónde esta el cielo que yo conocía? El firmamento que supuestamente debía ser azul es de un color amarillo anaranjado y se distinguen algunas estrellas; pero lo que más destaca es una enorme esfera roja en el cielo. ¿Es posible que sea el Sol? ¿es posible que este sea el planeta Tierra en el que crecí?
Mi pecho me duele, mis pulmones duelen, mi piel arde como si se encontrara sobre una parrilla. Por favor que esto pare, ya no puedo pensar, ya solo espero, quiero, deseo, ruego que esta tortura acabe. Quiero morir, morir lo antes posible. Ya no recuerdo quien soy, pero que por favor alguien ponga fin a ésto.
Por fin despierto en mi cápsula de teleportación. Fuera se oyen gritos, exclamaciones, hay un gran alboroto. Por fin se abre la puerta y puedo salir para tratar de huir de la pesadilla que acabo de vivir. Pero fuera me encuentro a todos los compañeros de mi equipo mirándome con expectación. Me formulan preguntas como ¿qué has visto?, ¿cómo era?, ¿a quien has visto? ¿has hablado con alguien? Pero ignorándoles salgo del laboratorio con mirada ausente ignorando los numerosos interrogantes de mis compañeros. Lo único que puedo pensar es: si es esto lo que nos espera, más nos vale que haya otra vida después de ésta.

...Los lunes...

Es domingo por la tarde y ya veo como se pasa sobre mi cabeza el nubarròn del aburrimiento y el mal humor.La tormenta del lunes se acerca en el horizonte y no hay escapatoria.
Entonces se apodera de mi el estrès y empiezo a organizar torpemente la larga lista de actividades que me esperan.Los lunes son desconcertantes,la mente no trabaja al mismo ritmo que cualquier otro dìa y sin embargo suele ser justamente el lunes cuando tienes que hacer ese examen tan importente ò tienes que entregar algùn trabajo.El problema es que durante el fin de semana te has olvidado por completo y de repente, en cuanto pones los pies en el pasillo del instituto, la mente recupera la lucidez y te envìa toneladas de datos, que suelen ser sobretodo las cosas que deberìas haber hecho y claramente, se han quedado sin hacer.
Debe ser que los lunes y nuestra mente estàn confabulados para torturarnos sin compasiòn.
¡¡Odioso dìa que es el lunes!!! pasa lento como un caracol, es como si el tiempo se fuera a quedar parado en esa seis horribles horas de instituto....
Menos mal que todo cambia cuando llega el verano, que es el ùnico que pone en su sitio a los lunes y los iguala al resto de los dìas de la semana.Durante este corto perìodo de tiempo pierde su poder amenazante y nos una tregua.

miércoles, 10 de junio de 2009

La triste realidad

Me arrastro vagamente por las calles en busca de algo que llevarme a la boca, cualquier cosa. Yo antes no era así, un ``despojo social´´ como algunos me llaman. Mi día a día transcurre ajeno a la sociedad, ajeno al mundo. La gente me dedica miradas que se mezclan entre pena y pasividad, falsas miradas. Todos los días sufro una extraña sensación de soledad porque a pesar de estar rodeado de gente, me siento extremadamente distante a ellos. A mi mente acuden recuerdos que irrumpen en la oscuridad de mi subconsciente, mi familia si se le puede llamar así ocupa gran parte de ellos. Todavía recuerdo el día de mi transformación, el día en el que el mundo me dio la espalda. Tras despedirme de mi trabajo llegué a casa y mantuve una discusión con mi pareja y me echó de casa. Me dirijo a donde siempre, pero esta vez con una razón diferente; tumbado en la vía del tren intento poner fin a mi sufrimiento, un sufrimiento inadvertido porque para todo el mundo yo nunca estuve aquí...

martes, 9 de junio de 2009

¿QUIÉN NO TEME A UN LUNES?




"¿Quién no teme a un lunes? El que no teme a un lunes no teme a Dios"; eso decía mi bisabuelo allá por 1930. Hoy en el siglo XXI muchos ya no temen a Dios, pero seguimos temiendo a los lunes.
Esa es una realidad de la que nadie escapa. Después de una semana entera de trabajo, estudios y esfuerzo, cuando ya llega el fin de semana y crees que ya no puedes más, siempre tiene que volver el lunes. Después del domingo siempre viene el lunes. Una semana se acaba para dar paso a otra, y a otra, y a otra... Nunca se acaba, por mucho que nos esforcemos jamás podremos escapar de este circulo vicioso que son las semanas.
¿Cómo pueden llegar a cundir tanto? Si lo piensas solo son más y más secuencias de siete días, pero siempre lo mismo, siempre se repiten. Ésto es como una serpiente que se muerde su propia cola; por algo sera éste el símbolo de infinito.
Que razón tenia mi bisabuelo. Seguro que Dios, por muy poderoso que sea, tampoco puede escapar del interminable ciclo de las semanas.

viernes, 5 de junio de 2009

LOS LUNES

Para mí hay dos tipos de lunes que los considero de formas muy diferentes, ya que unos sí me gustan y otros no.
El primer tipo de lunes es igual al otro pero se diferencia de él en el aspecto de que en este tengo que asistir al instituto y el otro no. Además en este lunes estoy muy cansado del fin de semana y por la tarde los profesores nos mandan muchos deberes.
El segundo tipo de lunes es el bonito y típico de verano en el que te pasas toda la mañana y la tarde sin hacer nada o bien tomando el sol o bañándote alegremente con tus amigos. Es realmente relajante pasar días sin tener que preocuparte de exámenes y lo mejor aún es el no madrugar.
Los dos lunes son iguales, la diferencia que más me molesta es que en un lunes me divierto mientras que en el otro me aburro.

miércoles, 3 de junio de 2009

Nunca estuve aquí.

Mira estoy harta. En mi puñetera casa discusiones a todas horas, secretos, qué pasa, ¿no soy nadie o qué? Pues parece que no. Odio tus gritos, tus malditos gritos, ¡LOS ODIO! Sé que estás orgullosa de lo que para mí son tus mierdas, pero déjame en paz, cállate de una vez.
Mis amigos...Qué dios, ¡qué escoria! Pensando siempre en vosotros mismos, todos no...Sólo tú. Es que estoy harta, no tienes en cuenta a los demás, solo tú, tus jodidos problemas, tú, tú, y tú...Y luego vienes poniendo esa odiosa voz de falsa, esa de la que tanto haces uso para que todo el mundo crea que eres una maldita santa, y no, no es así.
Y yo siguiéndote, pero ya estoy harta, no me voy a callar, es que no, no puedo. Falsa, falsa, ¡falsa! No puedo ocultar mi odio, ni quiero, porque estoy hasta arriba tus mentiras, de tus excusas, de siempre la misma historia, que estoy hasta las narices de que seas así y yo así no aguanto. Ni yo, ni quién tú ya sabes...
Te crees muy lista, y en verdad lo eres, y me das un asco tremendo...Porque vas de buena, pero eres una falsa, la reina de la contradicción, lo peor entre lo peor...Cómo he podido confiar en ti desde pequeña, si ya me robaste entonces...Y ahora me vuelves a robar confianza y respeto...
Te pido un favor, déjame en paz, déjame que me voy con la única persona que me comprende... De verdad, me he cansado y no pienso seguir aguantándote. Me voy para ser feliz, o eso espero, porque es lo que quiero... Y en el campo de las mentiras no puedo...
No te acerques a mí, ni me pidas perdón, ni nada, porque lo que te vas a llevar van a se un par de guantazos con la mano abierta, ésa será mi respuesta...
Maldigo en día en el que decidí entrar, pensé que me lo pasaría bien, sí, durante el primer año... Luego me fui, y te di otra oportunidad, pero cuatro años después me vuelves a traicionar y a enseñar la realidad... ¡Dios cómo me siento! Gracias por abrirme los ojos... Sabes que te digo... Me gustaría volver atrás, aunque sea huir de mis problemas, pero yo ya no puedo contigo, me rindo, me voy... Me gustaría volver a atrás y pensar que nunca estuve aquí...

Perdida en mil cuentos




Todo era extraño, diferente a lo que estaba acostumbrada a ver. En aquel lugar todo era diferente: su olor, sus ruidos, hasta sus colores...


Me sentía extraña, invitada a descubrir ese maravilloso mundo tan popular y conocido a la vez. Era obvio que no estaba sola, pues tenía 6 añitos (motivo por el cual estaba allí). Sentí cierta curiosidad e impaciencia por descubrir un mundo lleno de magia que me habria sus puertas.

En realidad me encontraba en Disneyland París* y yo era consciente de ello pero me olvidé de que era un simple parque con gente que trabajaba allí para hacer felices a los niños.

Era como un sueño hecho realidad, un sueño que todo niño tenía al estar sentado en el sofá con los ojos abiertos como platos y la atención centrada en una pantalla que mostraba grandes historias llenas de imaginación; un sueño que te brindaba la oportunidad de entrar a formar parte de la película. Pues bien, yo ahora me encontraba en esa situación pero en plena realidad.


Cada atracción te habría las puertas a un cuento diferente en el cual podrías formar parte de él. Todo aquello que habías vivido desde el sofá de tu casa, lo podías vivir a hora punta. Los personajes que soñabas ser estaban a tu lado en carne y hueso...MAGNÍFICO.



Tuve la suerte de vivir en el mundo de los cuentos por 4 días, pero llegaba lo peor...LA VUELTA A LA REALIDAD.
Abandoné aquel lugar con una sonrisa en la cara y tras la ventana del avión me alejaba de mi sueño con un recuerdo inolvidable y con imágenes grabadas en mi mente de por vida.¡¡¡ADIÓS MUNDO IDEAL!!!









¿Qué papel desarrollamos en el universo?

¿No os habéis preguntado nunca cómo sería la Tierra ante de nuestra existencia? Supongo que sí, aunque lo tengamos relatado e ilustrado en libros y películas nunca llegaremos a total exactitud sobre tal situación...
Fijaros de qué manera hemos evolucionado y cómo retamos a la naturaleza adaptándola a nuestras exigencias y comodidades...pero nunca nos hemos parado a pensar que nuestro planeta formaba parte de este gran mundo antes que nosotros y que somos nosotros los que le pertenecemos y NO ÉL A NOSOTROS...y bien sabemos que el ser humano (en general) y aunque no lo queramos reconocer, nos sentimos dueños de y señores de tal.
En mi imaginación, nuestro planeta aparece desierto, sin alma, sin sentido, temerario...hasta que empezó a realizarse un continuo movimiento entre partículas, cada una con una determinada función que dieron lugar a pequeños seres vivos y que transformó poco a poco la escena.
Todo cambiaba, se pintaba de colores vivos y alegres, apareció ¡¡¡LA VIDA!!!...qué bonito, ¿no creeis?
La Tierra ha evolucionado y se ha mantenido en sus perfectas condiciones pero daros cuenta de la situación en la que nos encontramos...¿qué pasa, que aparecimos nosotros y lo estropeamos todo con nuestra evolución y desarrollo? ¿Acaso somos los pequeños culpables de dañar a nuestro planeta, los monstruitos asesinos y arrebatadores?
Quizás debamos pararnos a pensar y en mirar por nosotros mismos porque nos estamos destruyendo mutuamente poco a poco...Los animales estaban aquí antes que nosotros y no han necesitado modificar su espacio para poder vivir...

Lunes, lunes y más lunes...

¡¡Vivan los lunes!! Son esos días que me recuerdan el infierno, el sufrimiento, el cansancio y la diversión que me queda por delante. Diversión, porque al fin y al cabo, después llega el viernes, y eso para el que lo sabe emplear, siempre es diversión, al menos para mí, porque luego vienen el sábado y el domingo. Vivan estos días... Infierno, sufrimiento y cansancio, el que no sepa el porque es que algo va mal en su cabeza. ¡Es porque llegan el martes, miércoles y jueves! que tampoco son muy diferentes al lunes, solo que, como el lunes es el primero es el que mas cuesta. Aún así el lunes tiene sus ventajas: veo a la chica de mi vida después de unos días sin verla, vuelvo a ver a mis compañeros después del fin de semana, y, aunque vallamos al instituto para aprender y otras cosas relacionadas con el instituto, hasta éste tiene su parte positiva.
Después de tanto los lunes no son tan malos, solo que nos hacen sufrir un poco después de un par de días de diversión, disfrute, y relajación.
Asique como se puede notar, en parte, mi <<¡¡Vivan los lunes!!>> del principio, era un poco irónico, aunque no del todo.
Todo en esta vida tiene su parte buena, y los lunes también. ¡Y encima hay muchos! Y cuantos mas halla mejor, porque si no, ¿que haríamos? no hay martes sin lunes, ni miércoles sin martes. Es decir, sin nuestros lunes, nada sería lo mismo, asique, disfrutemos de ellos.

martes, 2 de junio de 2009

Añoranzas


















Es curioso pensar en esto -sigo meditando- nosotros estábamos allí para defender nuestra patria. Pero también los franceses defendían la suya. Entonces, ¿quién tiene razón?,¿quizás los unos y los otros?.
Habíamos dejado el taller, el colegio, la universidad y, en pocas semanas de instrucción, se nos fundió a todos en un bloque compacto. Cuando partimos hacia el frente, nos despidieron con una lluvia de flores. En la guerra creíamos poder encontrar lo bello y lo grande y a ella fuimos como a un concurso de tiro en un prado florido. Como buenos militares y soldados que éramos teníamos que ejercer correctamente nuestra misión; nos gustase o no, hubiéramos ido forzados o no, no había dónde elegir y ni siquiera podías decir por tí solo. Fue muy duro mientras duró y aseguro que los días se me hacían llevaderos, incluso con esa actividad frenética en todo momento, esa adrenalina y energía que descargar y esa fuerza de voluntad que se ha de desarrollar, que no se obtienen en un instante. Me cuesta reconocer lo que hice, lo que hacíamos los militares , pues ya tengo 65 años y sólo estoy intentando recordar el pasado,...lo que miles de muchachos hacen hoy en día, lo que viví, los palos a los que tuve que enfrentarme: tu vida o la de otro, tu patria o la del prójimo, lucha, lucha continua, aquí yo puedo más ¡zás!...Hasta que no se vive no se sabe lo que es , en realidad, la guerra.
Por la mañana, temprano, la trompeta de la diana nos avisaba de que era hora de formar -Pedro: "Sí, presente", Manuel:" Presente", así unos tras otros-; una vez hecho esto, pasábamos al desayuno al cual procedía , sin apenas saborearlo, la práctica de maniobras en el campo: tirarsee al suelo, abdominales- ¡Venga vamos, y 1 y 2...!- correr...A la hora del almuerzo, comíamos y pasábamos al manejo de armamento e instrumentos de combate, de lucha etc; y así, día a día, llegábamos a la cena que, con la vuelta de la retreta, nos comunicaban que era hora de volver a formar para poder acostarse. Resumidamente, esto es lo que hice en la mili, en Ceuta para luego poder" aplicarlo".
¡Ah!, también hay que decir que tienes tus pequeños ratos libres para descansar y escribir a tus familiares y amigos a los que tantos echas de menos.
Y ayer, después de 46 años sin pasar por esa ciudad y casi olvidada, por circunstancias familiares, he vuelto a ella (Ceuta), dónde empecé a madurar y dónde me inicié como profesional en este mundo; esta llegada me conduce a la emoción, la reflexión y a aprender a no volver a decir, aunque se trate de algo que me hizo sufrir: "nunca estuve aquí".

ROSAS DE PIEDRA




¿Por qué hay guerras?, ¿por intereses?, ¿por dinero?, ¿por honor?, ¿por gloria? ¿Cómo puede haber gente que considere las guerras algo honorífico o glorioso?
¿Quienes son los vencedores?, ¿los que provocan más muertes?, ¿los que causan más destrucción?, ¿los que causan más tristeza y miseria a la gente? ¿Acaso no perdemos todos en las guerras?, ¿acaso no se destruye la vida de miles de personas irreemplazables? Personas inocentes, culpables, inteligentes, piadosas, sedientas de poder, avariciosas, compasivas, amables, fuertes, débiles, justos, injustos, crueles, humildes... ¿acaso no mueren todos igual, ¿no tienen todos sus cosas buenas y sus defectos?, ¿podemos afirmar que aquellos a quienes llamas enemigos son menos humanos que nosotros o tienen menos razón?, ¿quien es nadie como para tener derecho a matar o merecer morir?
A pesar de todo hay gente que va a la guerra a buscar honor y prestigio, ellos no se hacen estas preguntas ¿o sí? Después, los que han tenido la suerte de vencer a la muerte o los que han sido lo suficientemente inhumanos como para no vacilar a la hora de matar al "enemigo" sin piedad, vuelven del mar de sangre con su medalla. Mientras tanto, la gente ignorante les vitorea y les lanzan rosas, rosas de piedra.

Lunes.

A mí no me parecen tan horribles, sinceramente. Al menos hago algo, al menos las horas pasan con algún sentido, no como los domingos. Son días que anuncian cuatro días más en los que tendremos que madrugar. El lunes es un día más en el que he dormido un poco menos.
He vivido tantos lunes, y recuerdo tan pocos... Creo que sólo recordamos las cosas que nos marcan, para bien o para mal, o los hechos que no entendemos. Recuerdo que un día me levanté a las ocho de la mañana, con los párpados pegados y las sábanas en el suelo. Aquella noche que transitó entre el domingo y el lunes fue especialmente calurosa. Mi vecino sacó su colchón a la terraza y durmió allí, y a mi habitación llegaban sus ronquidos. Me planteé cerrar la ventana para dejar de oirle, pero decidí que no merecía la pena y me decanté por una noche con el aire corriendo por la habitación. Aunque más que aire era una ligera brisa caliente...Subí la persiana para para que entrase más aire hacia la una de la madrugada, cuando pasó el camión de la basura, como cada noche. Dos hombres bajaron para impulsar los cubos hacia el camión, y uno de ellos tropezó. El hombre que le acompañaba gritó, recriminándole por su torpeza, y diez minutos más tarde todo el vecinadario contemplaba la escena. Una señora bastante mayor se asomó a su terraza, a unos quince metros de mi ventana, y en vez de mirar al camión, me miraba a mí. Mi cabeza apenas asomaba por la ventana, pero ella me miraba, y cuando dirigí hacia ella mis ojos, no dejó de mirarme. Azorada, aparté la cabeza y volví a observar cómo por fin se marchaban los basureros. Antes de volverme a acostar, dirigí una mirada hacia la ventana de aquella mujer, y seguía con la mirada clavada en mí. Suspiró y volvió a entrar en su casa. Yo me dormí un rato después, luchando contra el calor y el ruido de la calle, y el lunes siguiente quedó marcado por el recuerdo de aquella señora. Pasé todas las horas buscando un significado, y qué le pareció tan interesante a mi vecina, que se mudaba unos meses después con uno de sus hijos. Yo tenía sólo siete años, pero por algún motivo no se me ha olvidado, y cuando pienso en los lunes, no puedo evitar acordarme. Las miradas me parecen interesantes porque no suelo entenderlas, y como he dicho antes, recuerdo aquello que no soy capaz de comprender. Recuerdo miradas.

lunes, 1 de junio de 2009

Estúpido lunes

Te despiertas, pero tus ojos están pegados como si de un mejillón se trataran y además escuchas la estridente voz de tu madre voceando tu nombre. ¿Qué querrá de mí en un sábado como otro cualquiera? pero, aunque tarde, te percatas de que no es un sábado cualquiera sino un estúpido lunes. Intentas levantarte pero tu cuerpo parece no obedecerte y te caes de bruces contra el suelo. "Esto no pude empezar mejor" piensas, pero en tu agónico camino hacia la ducha sientes un punzante dolor en el pie. "Mira que bien, hasta el peine viene a saludarme". En la ducha te encuentras con otra "sorpresita" porque el agua pasa de estar caliente a helarte la cabeza. Terminada la escena de la ducha te diriges a tomarte el desayuno. "Bien por fin algo bueno, leche con galletas" pero al mojar una en exceso por culpa del empanamiento habitual, la galleta cede y se precipita contra la leche. ¡Chaf! y un nuevo adorno para la camiseta. Ya de camino al instituto ,con las ganas de siempre, te percatas de que tus deberes de legua se han tomado unas breves vacaciones y no pueden presentarse esa mañana. Al entrar en clase te encuentras con un terrible espectáculo, todos están desparramados en sus asientos como una horda de comatosos. Te sientas emulando a tus compañeros, no hay por qué darlo más vueltas, así son los lunes.