Los pies de la memoria (real o inventada)

A, 15 de abril: La Tierra antes de la existencia del ser humano.
B, 22 de abril: La Tierra después del ser humano.
A, 29 de abril: Rosas de piedra.
B, 6 de mayo: El don de la ignorancia.
A, 13 de mayo: Perdidos en un cuento.
B, 20 de mayo: Los lunes.
A, 27 de mayo: Llegas tarde a tu tiempo.
B, 3 de junio: Nunca estuve aquí.

jueves, 28 de mayo de 2009

LOS LUNES

Siempre igual. Siempre soy yo. Soy yo la que saco los temas de discusión, soy yo la insolente, soy yo la repelente... y ¡ala! a un internado. Todos sabíamos que no era por eso. Mi madre estaba hasta arriba de trabajo y a mi padre le veía una vez al mes, y si eso. Pasaba demasiado tiempo sola y sí, así era, pero estaba sola cuando quería, porque cuando me apetecía invitaba a quien se me antojara a pasar la tarde en casa. Total, mi madre no se iba a enterar... Pero bueno, ella se sentía culpable porque sabía que no me dedicaba el tiempo suficiente y quería que me rodeara de más gente, dado que ella no sabía que yo ya lo hacía por mi cuenta.
Cuando descubrí mi nuevo hogar no me gustó nada. No sé si era por el simple hecho de protestar a causa de que estaba allí obligada, o porque de verdad no me agradaba.
Lo primero de todo, había uniformes(cosa que odiaba); después, todos tenían sus grupitos muy bien formados y, parece ser, que todos completos. Si a eso le sumamos que soy una chica un tanto timidilla pues... Pero bueno, tampoco me importaba, también soy muy independiente. Además los fines de semana tenía permiso para salir y... los lunes...los lunes mi madre venía a verme. Parece mentira cómo la podía hechar tanto de menos a pesar de las contínuas discusiones de todos los días. Ella siempre me preguntaba lo mismo: ¿ Qué tal ha ido la semana? ¿ Has hecho más amistades? ¿ Estás agusto? Eran sus tres preguntas fijas para todos los días. Y mi respuesta tampoco cambiaba mucho de un lunes para otro: ¡Genial! La gente majísima, tenías razón. Mentira. Era simplemente para no preocuparla más ni darla más dolores de cabeza. Adoraba a mi madre a pesar de todo, y sé que ella a mí tambien.
Estuve internada exactamente un mes. Mi madre dice que me sacó de ahí porque me veía muy trste, pero tanto ella como yo sabemos que no es eso. Sabemos que las dos echábamos de menos las discusiones diarias, esas que me encantan y que aún no cesan.

martes, 26 de mayo de 2009

Los Lunes

Jo, cómo admiro a la gente que tiene ganas de peinarse los Lunes...Es verdad, ¿nunca lo habéis pensado? Yo los Lunes me levanto y lo primero que se me pasa por la cabeza es "¡Oh no, ojala que sea Domingo!” Es bonito soñar, y más si es gratis…
Lo que más odio es el sonido de la puerta al abrirse, que indica que viene mi padre a decir:
-Esther, a ducharte que son las 7.15…
Esas siete palabras son las peores de mi vida si me las dices un Lunes…Luego está el ducharse, que la verdad, no sé si tengo que llorar, reírme, o nada…Porque cuando me ducho, me quedo embobada durante mucho tiempo hasta que consigo reaccionar…
Después está el salir de la ducha, ponerte la toalla y sentarte, por lo menos diez minutos hasta que consigo empezar a vestirme. Y si normalmente después de vestirme, me peino... ¡Los Lunes no! Porque tengo demasiado sueño cómo para ponerme a pensar en que me tengo que peinar…Así que desayuno, me tomo mi tiempo y veo que son las 7:45, ent0nces ya me digo –Esther, o te peinas o te vas a la selva…- Y yo como no quiero irme a la selva, y tener que estar luchando contra los leones... ¿Pues qué hago? Me peino…O al menos lo intento, porque es otra cosa que me fastidia, que los Lunes, haga lo que haga es imposible asentar todo lo asentable…
Y después de 10 minutos de lucha, me rindo y ala, coleta al canto…Y a quién no le guste, que no mire.
Después, o mejor dicho, antes de entrar en la ducha, me prometo que me voy a dormir en el autobús, pero a la hora de la verdad, me pongo a escuchar música y decido aplazar la pequeña siesta.
Y así pasa lo que pasa, que en clase me duermo…Ya se que hay que dormir 8 horas diarias, y acostarse pronto y todo eso, pero puedo dormir 8 horas y me levanto como si nada…Yo para ser persona tengo que dormir 10 horas, o en vez de ser yo soy un zombi…
Y esto son la mayoría de mis Lunes…

LA INEXISTENCIA

Abro los ojos y una intensa ráfaga de luz me obliga a volverlos a cerrar, pero me resisto y consigo atisbar un bello lugar. Una gran planicie se extiende hasta el horizonte y pequeños rebaños de animales desconocidos pastan tranquilamente. Me acerco a ellos pero no me tienen miedo, resulta extraño, parece que me ignoran. Continué mi camino por la planicie y me adentré en un bosque. Allí no había caminos y eso también me resultó extraño. Al atravesar el bosque lo entendí todo. Ahí estaba, alzándose ante mi una ciudad desolada, devorada por las plantas. Empecé a recorrer sus calles y un sentimiento de culpa empezaba a surgir en mi interior. ¿Por qué? ¿Por qué este sentimiento acude a mí como un aguja punzante? Yo ya conocía la respuesta, era por nuestra culpa. Los humanos habíamos logrado esto. Empecé a ponerme nervioso porque no encontraba ningún rastro de vida humana. Mi nerviosismo pronto se convirtió en desesperación y me puse a correr como un chiflado. Quería poder volver atrás, pero ya deba igual; yo ya estaba muerto.

lunes, 25 de mayo de 2009

Rosas de Piedra

  Yahim estaba sentado, en la roca más grade que él había visto nunca, contemplando la luz de la mañana. No sabía el tiempo que estaría allí. Solo quería olvidarlo todo. Quería olvidar a ese anciano, quería olvidar sus palabras y sobre todo quería alejar de su mente el recuerdo de su fiel hurón tumbado patas arriba en la jaula.
 Al pobre animal ni siquiera le hubiera dado tiempo a huir. Casius simplemente pronunció unas palabras y Sima se hallaba ahí, tumbado, sin expresión en la cara, con la muerte reflejada en los ojos mientras Casius se reía estridentemente.
 Un deseo de venganza se apoderó de Yahim. Un pensamiento que, ardiendo, se extendía por todo su cuerpo, como un veneno. Bajó del pedestal. Notó un terrible dolor en la muñeca. Se retiró la manga y vio una profunda herida que dejó al chico perplejo. De pronto se acordó de lo de anoche, de la lucha feroz por recuperar el cristal de azahar que, finalmente, acabó en manos de Casius después de profundizarse en su muñeca. La herida no había sanado y no parecía que lo fuera a hacer. Con unas hojas se tapó la herida y empezó a caminar hacia ninguna parte.
 Lo verdaderamente indispensable era recuperar el cristal de azahar. Yahim lo sabía. El anciano se lo había explicado minuciosamente. Pero él ya no se interesaba por el cristal ni todos los secretos que contenía. Él iba en busca de otro objetivo. Una sustancia legendaria de la que había oído hablar a Laima en sus magníficas historias durante las noches de penumbra: las tres Rosas de Piedra.

Que malo....

  ¿La Tierra antes del hombre? Pues sería exactamente como ella quisiera ser. Un lugar en el que solo hay naturaleza y todo es puro como el aire. Continuas catástrofes, tremendas extinciones...
¿Y qué? Equilibrados todos los organismos formando un conjunto espléndido al que más tarde llamaríamos Tierra.
 En ese tiempo era la majestuosidad del desarrollo de la vida y no la caída hacia nuestra destrucción. ¿Tiene el ser humano derecho a destrozar ese paraíso del que antes todos se beneficiaban? No. Ni el ser humano ni nadie. 
 Puedo imaginarme colinas repletas de árboles, miles y miles de seres de distintos tamaños por todas partes. Ahora ¿qué veo? Veo fábricas, carreteras, ciudades. "Progreso" al fin y al cabo, mas la era del verdadero "progreso" pasó; aquel progreso que ayudaba a la Tierra y se mantenía natural.
  Todo eso paso y aquí estamos, miles de millones de personas que no somos más que una plaga. Una plaga letal que llevará a nuestro planeta a su absoluta destrucción.

viernes, 22 de mayo de 2009

Cambios


















Un domingo hace diez años deseaba....que llegara el día siguiente, me apetecía levantarme por la mañana, vestirme con mi uniforme que tanto me gustaba esa falda roja con la camiseta blanca y mis bailarinas rojas, desayunar mientras veía los dibujos animados al tiempo que mi madre me preparaba el bocadillo para media mañana y, luego, coger mi mochila de ruedas y andar agarrada de la mano de mi madre para el colegio y, una vez allí, que me diera un beso en la mejilla para que pudiera salir corriendo hacia mi clase.
Empezaban a llegar todos pero ninguno nos sentábamos en nuestro sitio, andamos por ahí, a nuestra bola, contándonos lo que habíamos hecho en el fin de semana, la película que habíamos ido a ver, las golosinas que nos habían comprado la tarde anterior, los pocos días que quedaban para la fiesta de cumpleaños de uno, o los muchos para los Reyes y Papá Noel... ¡Qué ilusión cuando conseguí aprenderme las tablas de multiplicar, cuando llevaba todas las caligrafías perfectamente hechas sin ayuda de mi madre! De pequeños, todos, imaginábamos el colegio como una diversión más dentro de todas las posibles, un entretenimiento para los días de diario, una etapa en la que aprenderíamos lo que no sabíamos y con la cual no tendríamos que aguantar regañinas, en fin, un mundo perfecto del que tienes que salir tarde o temprano; éramos inconscientes de todo ello, nos gustaba, teníamos alegría por ir al colegio, ganas, energía, fuerza, entusiasmo, ímpetu... pero, ¿ahora dónde queda todo eso?, ¿se perdió por el camino o está pero de manera diferente? No creo que toda esa magia se haya perdido tan fácilmente, habrá cambiado, se habrá vestido de otra forma o se habrá repartido en otros lugares a causa de la madurez, la visión de la realidad tal y cómo es, un mundo totalmente diferente.
Ahora, a día de hoy, haciéndome esta pregunta de: los lunes, lo primero que se me viene a la cabeza es que son odiosos, aunque también tienen su parte buena, todo hay que decirlo. Al igual que de pequeña, tienes ganas de llegar a clase para contar a las amigas lo que te ha pasado pero.... ya no es con la misma alegría que antes: a primera hora de la mañana entras en clase sin apenas saludar, enfadada con el mundo, y todo por ese examen que tienes, por todos los deberes que tuviste que hacer en el fin de semana para que no te pusieran negativos, por el sueño que tienes de la noche anterior... que, claro, te acostaste demasiado tarde, por las asignaturas que menos te apetecen... en fin, enfadada con todo. A medida que pasa la semana ya se hace mas ameno, llega el viernes, el fin de semana, ya te quitaste exámenes de encima pero lo malo es que unos se van y otros.... todos los demás días son malos pero no tanto como los lunes.
Comparando los lunes de hace 10 años con los lunes de ahora, se podría decir que las cosas han cambiado, algunas a mejor y otras a peor quizás, pero nada cambiará lo bien que se vive cuando eres pequeña.

miércoles, 20 de mayo de 2009

El don de la ignorancia.

Soy una habitante privelegiada del siglo 21, dònde todo es còmodidad y tecnologìa.Tengo a mi alcance infinidad de opciones funcionales,sòlo tengo que apretar el botòn indicado tanto si quiero hablar con alguien al otro lado del mundo, como para sentir el aire fresco en mi cara o escuchar mi mùsica preferida.
Desde mi naciminto me han inculcado que soy afortunada, y no lo dudo, por no tener que haber pasado las necesidades de mis antepasados.Asi que me asombro, y siento làstima cuando veo en documentales o leo algùn articulo sobre algunas tribus salvajes de Africa,que no tienen ni agua corriente.Por supuesto no saben leer,ni tienen internet,ni mòviles,ni tampoco les preocupa que haya crisis, la ùnica comodidad que tienen en sus ¨casas¨ son esterillas de ramas para no dormir sobre el polvo de sus chozas.
A veces me sorprendo a mi misma pensando que son ignorantes,pero pensandolo mejor ¿en que sentido lo son?.Son ignorantes de nuestros derroches,nuestras envidias y contaminaciòn.Ignorantes de de nuestras prisas,estrès y ambiciòn.Tienen completa ignorancia de las variaciones de la bolsa y el euribor , de los atascos de coches y los excesos del consumismo.
Puedo decir con seguridad que poseen el don de la ignorancia,un don que les permite disfrutar de cada dìa plenamente,de las puestas de sol y el agua limpia.De reunir a toda su familia para tomar una comida sencilla los domingo y dormir con plena tranquilidad hasta el siguiente dìa.

PERDIDOS EN UN CUENTO

Dos chicos llamados Javi y Dani estaban en la biblioteca muy a menudo. A los dos les gustaba leer y casi siempre leían juntos los mismos libros. Un día cogieron un libro de la biblioteca, era un cuento que evocaba la edad media y a ellos les gustaría mucho porque en él habían dragones, princesas, caballeros, etc. Fueron al parque al que acudían normalmente y leía sus libros preferidos pero a medio camino empezó a llover.
Tuvieron que resguardarse de la lluvia en una casa abandonada que decían que estaba encantada. Como aún era de día había luz y comenzaron a leer. En la quinta página había un precioso dragón dibujado y Javi dijo: “Cómo desearía estar allí”. Al instante Javi y Dani estaban siendo absorbidos por aquel libro. Javi y Dani no sabían que había pasado pero estaban en un lugar muy estraño y vestidos de una forma muy rara. Dani parecía que ya se imaginaba lo que había pasado pero Javi seguía un poco confuso. Finalmente los dos entendieron perfectamente lo que pasaba, estaban dentro del libro, lo que había deseado Javi se había hecho realidad. Una voz les dijo que tendrían que volver dentro de tres horas exactamente al lugar en el que habían aparecido. Dani preguntó que por qué tenían que hacer eso pero no obtuvieron respuesta alguna. Los chicos se lo estaban pasando muy bien por aquel mundo. Dani se dio cuenta de que habían pasado dos horas y media y avisón a Javi pero el le dijo que no pasaría nada y siguieron disfrutando. Pasaron las tres horas y no se dieron cuenta, entonces aquella voz volvió a hablar y dijo: “Por no respetar las normas que impuse a cambio de cumplir vuestro deseo quedareis atrapados en este cuento para siempre”. Javi y Dani quedaron atrapados para la eternidad en ese cuento y jamás supieron quien era la persona que les habló.

ROSAS DE PIEDRA

Todo empezó un día del mes de abril del año 2003. En Alcorcón es dónde vive nuestra protagonista, María. María era una mujer como cualquier otra, tenía 35 años y vivía con su marido Andrés, con el que se casó hace 4 años. Ellos estaban muy enamorados desde que se conocieron pero María se había dado cuenta de que el comportamiento de Andrés últimamente es mas agresivo. María se sentía muy incómoda pero no dice nada a nadie porque aún no le había agredido físicamente. Un día Andrés llegó del trabajo y le dijo:
-Que haces sentada; ¿ por qué no has hecho la comida?
-Me siento muy mal, creo que tengo fiebre.- respondió María.
-¡Cómo! Tu eres mi mujer y se supone que cuando llego a casa tiene que estar hecha la comida, estés como estés.
-Andrés no me grites por favor, solo quiero descasar.
-¡Ah, muy bien, mientras yo trabajo, tu descansando, ¿no?! ¡¿ Qué te parecería que yo dejara de trabajar?! ¡Tu tienes que hacer la comida y punto!
-¡No me grites! ¡Andrés, no puedo...!
Y entonces Andrés le pegó un bofetón. María no sabía que hacer, estaba muy asustada. Finalmente aprovecho un despiste de Andrés, fue a su habitación, cogió una maleta, la llenó y se fue de casa. Estaba harta de Andrés y ya le dio otra oportunidad en otro momento, pero ahora era demasiado.
No tenia ningún sitio donde ir y estuvo varios en la calle hasta que finalmente decidió ir a la casa de una amiga para que la apoyara. María llegó a casa de Carolina, su amiga, y le presentó a otra chica que le había ocurrido algo parecido y había obtenido ayuda de una asociación. María fue invitada y Carolina la acompañó el primer día. La asociación se llamaba Rosas de piedra. María preguntó que cual era la razón de llamarse así, y le respondieron que era porque todas las mujeres son tan bonitas como las rosas pero no tan débiles. María estuvo acudiendo durante unos días y consiguió superar su ruptura con Andrés gracias a las Rosas de piedra, y desde entonces pertenece a ellas, y ayuda a otras chicas que tienen problemas con sus parejas sentimentales.

jueves, 14 de mayo de 2009

SUEÑOS SOBRE UN LIBRO

Era una tarde fría de invierno, José y María volvían de su paseo diario por el bosque. Cuando de repente a varios kilómetros de sus casas les sorprendió una terrible tormenta. Ellos se intentaron refugiar en una choza abandonada que vieron bastante cerca. Al adentrarse en la cabaña encontraron un libro abierto que parecía moverse de un lado a otro. Su sorpresa fue al descubrir que era el mismo libro que María había estado leyendo antes del paseo. De repente un temblor de tierra hizo el silencio entre los hermanos. De repente María estaba como viajando por el espacio hacía un lugar muy extraño en el que todo se asemejaba a lo que ella leía y leía largas horas en su casa, era como el libro que siempre la gustaba leer. De repente escucho una voz externa que la decía María, María y ella despertó. Su hermano la acuno entre sus brazos y la pregunto que si estaba bien, ya que la había caído un jarrón en la cabeza, y a eso se debía su extraño viaje. Ella se dio cuenta que estaba obsesionada con el libro y dejo de leerlo durante varios días hasta que dejo de tener esos sueños.

lunes, 11 de mayo de 2009

El don de la ignorancia

Sábado por la mañana, como todos los Sábados, enchufo mi MP3 y me dispongo a salir a correr. Siempre el mismo recorrido: cruzo el puente, llego al camino de cemento, después cojo la carretera y vuelvo, ésta vez, por un camino más corto, de tierra.
Salgo para correr, porque me relaja, me ayuda a olvidar, y más si conecto el reproductor. Suena uno de los discos de Barricada, qué grandes. Sus canciones, sus letras, su música, me ayuda a borrar todo eso que queda marcado negativamente en mi lista de sucesos desastrosos, frustrantes, asquerosos...
Es día a día un "quiero y no puedo", porque nunca puedo dejar atrás todo lo que sentí, todo el daño que me hicieron, o que he hecho. Soy así, y así quisiera no ser.
Muchos días me pregunto, aunque en vano, qué habría pasado, si no hubiese hecho caso a ese maldito mensaje. Nada de esto hubiera ocurrido, y no tendría este sentimiento de culpa, de asco, de desilusión...
Parece muy sencillo, tú puedes decirle a alguien, que no piense en su pasado, que lo hecho, hecho está, que ignore todo aquello y que así quedará libre de malos pensamientos, y no estará castigado de por vida...
Yo sin embargo pienso, que mi futuro está marcado por mi pasado, y por eso no puedo olvidarlo. Fue un momento decisivo y nuevo para mí, es ése momento que se supone que le tienes que recordar para toda tu vida porque es especial...Pero a mi me creó un trauma, o al menos un sin vivir.
Estar castigándome todos los días no me gusta, pero no encuentro la forma de parar mis malos pensamientos...Cuando parece que me voy a olvidar de todo, es en los fines de semana, cuando pongo mi música a tope y voy a su ritmo con mis pies, entre la naturaleza, el brillo del sol...
Pero eso es efímero. Después todo aquello acaba y otra vez a pensar y a pensar.
Hasta hoy, que por fin he conseguido olvidar todo eso que me hizo sufrir, y me ha hecho una persona fuerte...Aunque todavía envidio a ésas personas que pueden ignorar todo y cuanto quieren. Ojala yo tuviera ese don, el de la ignorancia...
Y mientras tanto estoy escuchando para olvidar, todo aquello que me hace recordar " tu nombre ya está olvidado nadie sabe dónde estás. En el espejo un amante, algo en tu cara delata tu edad. Y es verdad ya no existen príncipes azules, y es verdad que sola estás, y es verdad la escoba y la cocina mañana será igual."
Y lo que antes me creaba ansiedad ahora me va dando igual.

El don de la ignorancia.

Ignorantes nacemos todos. Según pasan los años para nosotros, vamos aprendiendo, sin darnos cuenta. Nadie nos da la opción, nos imponen la educación, la cultura, las ideas... Al principio no te das cuenta, y llega un momento en el que sí lo ves, todo lo que sabes y todo lo que te queda por aprender. Según avanzan nuestros conocimientos más nos damos cuenta de nuestras limitaciones, y de lo infinito que es todo lo que no sabemos, y que probablemente nunca lleguemos a comprender. Los niños apenas entienden el motivo por el que suceden las cosas, sólo se extrañan cuando no entienden el acto que observan porque es nuevo. Cuando comenzamos a pensar por nosotros mismos, a veces vemos todo eso que, sin querer, hemos aprendido. Y en algunas ocasiones deseamos no saberlo, poder olvidarlo. Pero olvidar algo no es igual que nunca haberlo aprendido.
Yo suelo mirar a mi alrededor, y me pregunto cosas para encoger mi ignorancia, desde lo más insignificante a los hechos mas relevantes de mi existencia. Y me he dado cuenta de que la mayoría de los problemas de la humanidad están causados por la ignorancia. Los que no, se deben al egoísmo. Me gustaría no ser capaz de ver todas las cosas malas del mundo, todas las que están escondidas, y que eres capaz de ver cuando has aprendido cómo funciona este mundo. Saber eso es algo fundamental, y a partir de ahí vamos intentando aprender a hacer que ese mundo funcione a nuestro favor, aunque la mayoría de las veces no lo conseguimos.
La ignorancia es un don, y a la vez un castigo. Yo daría todo lo que sé por todo lo que ignoro.

domingo, 10 de mayo de 2009

¿La ignorancia es la felicidad?

Si buscamos en un diccionario el significado de ignorancia, nos saldrá que "por un lado se refiere a la falta general de instrucción o educación y, por otro, al desconocimiento de una materia o un asunto".
Todos somos ignorantes en cualquier aspecto de nuestra vida, nos guste o no reconocerlo, pero nos es una palabra despectiva e incluso insultante. ¿ Por qué nos engañamos ?. Estamos de acuerdo en que, como todo, los hay más o menos ignorantes; nunca nadie aprenderá, sabrá ni conocerá todo lo posible y siempre quedarán miles de cosas por descubrir, que serán descubiertas por los que venga detrás y, así, sucesivamente... Eso es lo bonito de la vida ¿no?; cada día se aprenden cosas nuevas, ya sea en el instituto, como persona, con las amigas... y cada día cometemos algún que otro error, pequeño o grande, que nos hace reflexionar.
Es muy fácil criticar a esas personas que, por circunstancias diversas, no pudieron estudiar; no hablo de las que ni siquiera lo intentaron, me refiero a los que no tuvieron al menos la oportunidad que, hoy en día, casi todos tenemos.
En aquellos tiempos, la situación económica no era favorable y, si a eso le sumamos las guerras continuas donde o participabas para intentar no morir o morías sin quererlo(hablando un poco exagerado), los medios, las infraestructuras,..¿Tenían los medios básicos y necesarios?. ¿Qué "profesores" o personas con conocimientos mínimos querían irse a lugares como esos a dar clases donde su vida corría peligro?. Muchos niños morían cada día a causa de la explotación infantil que tenían con tantas y tantas horas, días, meses y años trabajando de sol a sol por lo que ni accedían ni siquiera al colegio, sería un querer y no poder para ellos, una obligación por parte de su familia, pero también, la familia lo necesitaba, era necesario poder seguir a delante con ayuda de toda la familia.. pero, en fin. Y hoy en día que es cuando hemos avanzado en millones de aspectos pero seguimos fallando en otros muchos, no queremos ni aprovechamos esas oportunidades, vivimos del cuento a cuenta de nuestros padres que cada día trabajan para mantener la familia unida y viva. Ahora que podemos, aprovechémoslo, hagámoslo aunque sea por aquellos niños y niñas que hoy darían y dan lo que fuera por ir a un colegio, jugar en un equipo de fútbol, ir a clases de baile, artesanía.. Ser algo en la vida o por lo menos aspirar a ello. Con esto, no quiero decir que para "ser algo o alguien en la vida" haya que ser científico, astrónomo ni nada por el estilo, todos los trabajos son dignos de admirar y a todos, con esfuerzo, se puede llegar. Lo principal es ser buena persona y saber respetar, no sirve de nada estudiar una carrera de varios años y luego estar haciendo la puñeta por detrás, riéndose de los demás y creyéndose el mejor o la mejor, pues cada uno aportamos nuestro granito de arena al desarrollo del mundo.
Los que venimos de nuevas, los jóvenes, somos los que tenemos que mirar por un mundo mejor y más justo, no seamos ignorantes, inconscientes y aprovechemos la vida al máximo ya que en cualquier momento todo puede cambiar (hoy estas arriba ...mañana abajo).
Afrontar la realidad, no me cansaré nunca de decirlo, estar y vivir engañados, ¿ para qué nos sirve?; las mentiras tienen las patas muy cortas como se suele decir ¿no?, todo se acaba sabiendo tarde o temprano.
A veces nos es inevitable , lo ignoramos, cuando nos engañan nuestras amigas, nuestro novio... pero siempre que se sepa la verdad no hay que hacer como si no se supiera, es duro pero, ¿de qué sirve vivir pensando que la vida nos sonríe siempre y hacer creer a la gente que somos felices cuando en realidad no es así?. Es engañarnos a nosotros mismos ¿no?. Aparentar lo que no somos ¿para qué?; siempre ser lo que uno es, y así es como nos tienen que aceptar, tal y como somos. Tropezar con los errores pero al fin darnos cuenta de todo. El tiempo cura lo que ya no importa.

viernes, 8 de mayo de 2009

EL DON DE LA IGNORANCIA

Todos sabemos lo que nos puede pasar cuando estamos enfermos y un medico nos dice que tendremos que estar un mes en reposo, o por ejemplo cuando a algún enfermo le dicen que se va a morir y no tiene solución. ¿No seria mejor estar no estar al tanto de nuestra enfermedad? Si no tuviéramos esa información el poco tiempo que te quedara de vida lo disfrutarías como siempre y al morir no tendrías esos últimos días a todos tus familiares alrededor llorando si no que pensarían que tendrías una enfermedad simple y que pronto estarías bien. Pero en otros casos por ejemplo en el de una grave enfermedad vírica que se propagase con rapidez al no saber el que hay que hacer podría formarse un grave caos.
Yo llego a la conclusión de que la ignorancia solo es un don en algunos casos y que en otro puede costarte la vida.

jueves, 7 de mayo de 2009

La tierra despuès del ser humano.

Yo no he sido siempre asi. En realidad lleguè a existir hace muchos miles de años , la mayoìa de los cuales he pasado sola y deshabitada. Por eso pensè que lo mejor era encontrar algùn inquilino que pudiera sacr partido a todos mis recursos.
Yo soy la tierra y esta es mi historia...
Soy un planeta precioso con mares azul turqesa y verdes praderas como esmeraldas por las que corretean multitud de bichitos multicolores.Me encantaba pensar en lo que disfruarìa el hombre explorandome,asomandose en los barrancos profundos,conquistando las cimas de mis montañas,y la profundidad de mis ocèanos..
¡¡¡Tengo tanto que ofrecer..!!!
Por fin llegò el dìa tan esperado.Tal como yo me imaginaba el hombre quedò admirado y sobrecogido.Empezò a cultivar mis tierras y a disfrutar de los miles de sabores que le regale en forma de frutas,verduras y hortalizas.Descubrieron gran cantidad de utilidades a la madera de mis magestuosos àrboles.
El hombre estaba feliz,lo sè, por eso se asentò en poblados dònde fui de su agrado.Pero de repente todo cambiò ,mi inquilino se volviò contra mi,empezò a llenarme de basura y a contaminar mis mares y rìos.Talaron mis bosques y dejaròn que se quemaràn.Asotaròn mis recursos y mi aire puro lo hicieron irrespirable y negro.
No puedo dejar de preguntarme ¿què paso?,¿què cambio?.
La respuesta es muy sencilla y muy triste.El hombre se hizò orgulloso terco y egoista.Ha perdido de vista una irrevocable realidad,¡que al matarme a mi,se quita èl la vida!!.

LA SOLEDAD



Era ya tarde, la luna brillaba en el cielo rodeada de estrellas cuando caí en un profundo sueño, de repente algo extraño ocurrió, mi mente no podía soportarlo, parecía que me faltaba la respiración, solo veía las ciudades vacías, en silencio, sin movimiento, sin contaminación, sin niños jugando en los parques, sin ancianos, sin aviones, sin coches por la carretera, sin el simple hecho de personas hablando,y mucha, mucha vegetación, los campos convertidos en auténticas selvas, las casas destruidas...en fin sin vida.
Me encontraba sola ante esta situación, era terrible mirar para todos lados y ver que era la única persona sobre la Tierra.
Corría para todas partes, desesperada, con ganas de ver algún ser vivo, alguien con quien poder hablar para preguntarle qué es lo que estaba ocurriendo.Y corría, seguía corriendo, pero las calles nunca llegaban a su fin, cada vez se hacían más largas, y tanta era mi angustia que me desperté.
Al darme cuenta de que todo había sido un sueño sentí un gran alivio...pero todo esto me hizo recapacitar sobre un tema que jamás me había planteado...la Tierra después del ser humano...

domingo, 3 de mayo de 2009

REFLEXIONES

¿ Después del ser humano?
Después del ser humano dudo mucho que todavía halla algo.
Cada segundo que pasa, destruimos un poquito mas el planeta. Lo sabemos, y ¿ que hacemos al respecto? NADA. Somos así. Solo pensamos en nosotros y nos da igual todo lo demás.
Pensamos que el final de todo está muy lejos pero eso depende de nosotros, de la conducta que sigamos.
Yo, tengo la "suerte" de vivir en un pueblo, rodeado de bosque, de prados, de plantas... en el cual, el aire que se respira es mucho más sano, más satisfactorio.
Cuando yo era pequeña siempre iba a pasar la tarde de los sábados al campo, y ahora voy a esos prados y no los reconozco. El río en el que me refrescaba casi que ya no existe. No trae agua suficiente. Hay basura, y antes siempre que íbamos había gente pasando la tarde; ahora no hay nadie.
Vemos lo que hay, los problemas, y los damos la espalda.
la otra noche me senté sobre el cesped de un parque con una amiga. Estábamos cansadas. Cuando miro al cielo, despejado, dejando ver un monton de estrellas, siento cosas, sensaciones...no se...me hace recordar e imaginar miles de cosas de momentos ya vividos . ¿ No nos da pena lo que estamos haciendo? ¿ Cuándo nos queremos dar cuenta? TARDE, será TARDE. El ser humano es muy cobarde.
Todos desdes ya deberiamos empezar a concienciarnos.