Los pies de la memoria (real o inventada)

A, 15 de abril: La Tierra antes de la existencia del ser humano.
B, 22 de abril: La Tierra después del ser humano.
A, 29 de abril: Rosas de piedra.
B, 6 de mayo: El don de la ignorancia.
A, 13 de mayo: Perdidos en un cuento.
B, 20 de mayo: Los lunes.
A, 27 de mayo: Llegas tarde a tu tiempo.
B, 3 de junio: Nunca estuve aquí.

viernes, 22 de mayo de 2009

Cambios


















Un domingo hace diez años deseaba....que llegara el día siguiente, me apetecía levantarme por la mañana, vestirme con mi uniforme que tanto me gustaba esa falda roja con la camiseta blanca y mis bailarinas rojas, desayunar mientras veía los dibujos animados al tiempo que mi madre me preparaba el bocadillo para media mañana y, luego, coger mi mochila de ruedas y andar agarrada de la mano de mi madre para el colegio y, una vez allí, que me diera un beso en la mejilla para que pudiera salir corriendo hacia mi clase.
Empezaban a llegar todos pero ninguno nos sentábamos en nuestro sitio, andamos por ahí, a nuestra bola, contándonos lo que habíamos hecho en el fin de semana, la película que habíamos ido a ver, las golosinas que nos habían comprado la tarde anterior, los pocos días que quedaban para la fiesta de cumpleaños de uno, o los muchos para los Reyes y Papá Noel... ¡Qué ilusión cuando conseguí aprenderme las tablas de multiplicar, cuando llevaba todas las caligrafías perfectamente hechas sin ayuda de mi madre! De pequeños, todos, imaginábamos el colegio como una diversión más dentro de todas las posibles, un entretenimiento para los días de diario, una etapa en la que aprenderíamos lo que no sabíamos y con la cual no tendríamos que aguantar regañinas, en fin, un mundo perfecto del que tienes que salir tarde o temprano; éramos inconscientes de todo ello, nos gustaba, teníamos alegría por ir al colegio, ganas, energía, fuerza, entusiasmo, ímpetu... pero, ¿ahora dónde queda todo eso?, ¿se perdió por el camino o está pero de manera diferente? No creo que toda esa magia se haya perdido tan fácilmente, habrá cambiado, se habrá vestido de otra forma o se habrá repartido en otros lugares a causa de la madurez, la visión de la realidad tal y cómo es, un mundo totalmente diferente.
Ahora, a día de hoy, haciéndome esta pregunta de: los lunes, lo primero que se me viene a la cabeza es que son odiosos, aunque también tienen su parte buena, todo hay que decirlo. Al igual que de pequeña, tienes ganas de llegar a clase para contar a las amigas lo que te ha pasado pero.... ya no es con la misma alegría que antes: a primera hora de la mañana entras en clase sin apenas saludar, enfadada con el mundo, y todo por ese examen que tienes, por todos los deberes que tuviste que hacer en el fin de semana para que no te pusieran negativos, por el sueño que tienes de la noche anterior... que, claro, te acostaste demasiado tarde, por las asignaturas que menos te apetecen... en fin, enfadada con todo. A medida que pasa la semana ya se hace mas ameno, llega el viernes, el fin de semana, ya te quitaste exámenes de encima pero lo malo es que unos se van y otros.... todos los demás días son malos pero no tanto como los lunes.
Comparando los lunes de hace 10 años con los lunes de ahora, se podría decir que las cosas han cambiado, algunas a mejor y otras a peor quizás, pero nada cambiará lo bien que se vive cuando eres pequeña.

1 comentario:

José A. Sáinz dijo...

Excelente. Tono muy nostálgico, pero, ¿y todo lo que has descubierto y lo que te queda aún por descubrir? Mejor que echar de menos el pasado, disfrutar de cada etapa de la vida.