

"¿Quién no teme a un lunes? El que no teme a un lunes no teme a Dios"; eso decía mi bisabuelo allá por 1930. Hoy en el siglo XXI muchos ya no temen a Dios, pero seguimos temiendo a los lunes.
Esa es una realidad de la que nadie escapa. Después de una semana entera de trabajo, estudios y esfuerzo, cuando ya llega el fin de semana y crees que ya no puedes más, siempre tiene que volver el lunes. Después del domingo siempre viene el lunes. Una semana se acaba para dar paso a otra, y a otra, y a otra... Nunca se acaba, por mucho que nos esforcemos jamás podremos escapar de este circulo vicioso que son las semanas.
¿Cómo pueden llegar a cundir tanto? Si lo piensas solo son más y más secuencias de siete días, pero siempre lo mismo, siempre se repiten. Ésto es como una serpiente que se muerde su propia cola; por algo sera éste el símbolo de infinito.
Que razón tenia mi bisabuelo. Seguro que Dios, por muy poderoso que sea, tampoco puede escapar del interminable ciclo de las semanas.
2 comentarios:
Corrige: circulo, ésto, tenia. me gusta. ¿La sentencia es real o te la has inventado para la ocasión?
Es real. Mi madre me lo contó.
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