Mañana es el día de la ciencia, todos nas hemos pasado semanas preparando nuestros trabajos, los cuales vamos a exponer en el polideportivo. Todos estamos entusiasmados, ya que es el primer año que nos dejan participar; bueno, todos menos uno. Jorge había dejado su trabajo para última hora, y yo dudaba que tuviera nada planeado; pero el otro día me lo encontré en el laboratorio, una semana antes del evento, cuando iba a dar los últimos retoques a mi trabajo. Parecía exhausto, pero a la vez estaba eufórico.Entonces le pregunté:
-¿Por qué estas tan contento Jorge?
-¡Por fin he terminado mi trabajo! He tardado un par de horas, pero te aseguro que es una maravilla.
-No me digas. ¿A ver qué has preparado?-dije con tono escéptico.
-Te aseguro que en cuanto lo veas te vas a quedar...¡¡OH NO!!
-¿Qué pasa?-pregunté dándome la vuelta para ver qué pasaba.
El laboratorio estaba totalmente encharcado, parecía que se estaba produciendo una inundación. Al parecer Jorge estaba experimentando con el agua y se dejó el grifo abierto por las prisas. ¡Ya sabia yo que las cosas no se debían dejar para última hora!
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1 comentario:
De acuerdo.
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