Los pies de la memoria (real o inventada)

A, 15 de abril: La Tierra antes de la existencia del ser humano.
B, 22 de abril: La Tierra después del ser humano.
A, 29 de abril: Rosas de piedra.
B, 6 de mayo: El don de la ignorancia.
A, 13 de mayo: Perdidos en un cuento.
B, 20 de mayo: Los lunes.
A, 27 de mayo: Llegas tarde a tu tiempo.
B, 3 de junio: Nunca estuve aquí.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Recordando la infancia


¿Películas?, ¿preferidas?...
La verdad es que desde pequeña nunca me han llamado mucho la atención las películas, no era mi entretenimiento favorito; aunque, con esto, no quiero decir que no vea alguna, de vez en cuando: en esas tardes lluviosas, aburridas, sin nada que hacer, vas con las amigas al cine a pasar el rato viendo esa película que ni siquiera sabes cómo se llama pero, ante todo, te la" tragas" mientras comes palomitas. Pensaréis que me pierdo películas realmente buenas, que con ellas puedes aprender mucho y que es una buena forma de entretenerse...; pero yo tengo preferencias, como por ejemplo : escuchar música (ésa que una vez que empiezas no puedes parar de escucharla hasta que te la aprendes de memoria), asistir a clases de baile, leer...
Siempre he sido una niña muy sensible en todos los aspectos; lloro con facilidad, por cualquier cosa negativa que me pase tanto a mí como a la gente que me rodea. Tampoco me gusta ver sufrir a los animales aunque, en realidad, no sean de mi agrado. Recuerdo que con apenas dos añitos, mi madre me ponía películas como Bambi, Dumbo, el Rey león, la Dama y el Vagabundo...; pero, siempre, las tenía que quitar antes de que acabaran porque echaba a llorar rápidamente en los momentos que, para mí, eran tristes: en Bambi en el momento en que se pierde durante el enorme incendio y se queda solo en medio de la nada; en Dumbo cuando la madre de éste es arrestada y llevada a un vagón de un camión y se muestra la escena de ambos abrazados por la trompa, unidos el uno al otro, tarareando una canción. Estos momentos serán difíciles de olvidar porque, como ya sabéis: nunca, nunca se olvida aquello con lo que has llorado o por quien has llorado. Tengo muchísimas películas y muchas de ellas no las he llegado a ver; siempre me gustaba ver las mismas, no sé por qué, incluso las tenía rayadas de tanto verlas. Mary Poppins era una de mis preferidas: tal vez por su música, sus coloridos, el baile... me encantaba; me sabía de memoria todas sus canciones y continuamente las estaba cantanado.
Incluso siendo más mayor, siempre se me cae alguna que otra lagrimilla cuando veo estas películas que os he mencionado.Mientras estoy escribiendo esto parece cómo si regresara a mi infancia; como si por unos instantes volviera a ser esa niña rubia que sentada en el sillón con un chupete en la boca, llora y patalea mientras ve una simple película. ¡Qué recuerdos, qué momentos tan inolvidables!. En mi mente está rondando la frase de: ¡Quiero volver a ser pequeña otra vez!.

1 comentario:

José A. Sáinz dijo...

Estupendo texto. Pero, por lo que respecta al cine... sí, creo que te pierdes algo interesantísimo. Te recomiendo que leas el texto de Sara. Hay tantas películas, que alguna tiene que ser ñla tuya...