Con los pelos de punta

Fuera, un clamor se empieza a oír desde lejos, muy tenue, y se va acercando. Aumenta como un tañido metálico...cada vez más cerca, cada vez más irritante y temeroso...el vello se me encrespaba como si un imán alterara a todo lo que por su camino se encontrara...un escalofrío me recorría por todo el cuerpo atemorizándome.

El misterio seguía pero iba abriendo camino a la verdad aunque parecía que se trataba de un película de miedo.Supuse que nada extraño podría ocurrirme ya que todas las puertas y ventanas estaban completamente cerradas...¿no?...¡¡¡Oh dios!!!, ¡¡¡olvidé cerrar la ventana de la cocina!!!.

Ahora sí tuve motivos para escandalizarme, pero no sabía cómo actuar, pues ni me atrevía ni a dar un sólo paso.¿Y si era un psicópata?,con todo lo que está ocurriendo habitualmente a chicas de mi edad no me extrañaría nada encontrarme yo en una situación de esas en las que nunca imaginé encontrarme, pero entonces empezé a sudar, a verme sometida a maltratos, a ver mi cuerpo sin luz en cualquier parte del fondo de un río (lugar perfecto para deshacerse de un cuerpo, ¿no créeis?).Puede que me estuviera precipitando y adelantando a los echos pero mi pánico manipulaba mi mente y hacía de ella lo que quisiera.

Algo en mi interior me empujó a adentrarme en la escena y averiguar qué diablos era aquel extraño sonido...Poco apoco me acercaba a él...doblé la esquina del pasillo y...NO ME LO PUEDO CREER...¡¡¡ERA MI PERRO CON LA CORREA A RASTRAS!!!¿Trágico fin?jajajaja