Los pies de la memoria (real o inventada)

A, 15 de abril: La Tierra antes de la existencia del ser humano.
B, 22 de abril: La Tierra después del ser humano.
A, 29 de abril: Rosas de piedra.
B, 6 de mayo: El don de la ignorancia.
A, 13 de mayo: Perdidos en un cuento.
B, 20 de mayo: Los lunes.
A, 27 de mayo: Llegas tarde a tu tiempo.
B, 3 de junio: Nunca estuve aquí.

domingo, 14 de junio de 2009

NUNCA ESTUBE ALLÍ

Nunca estuve allí, no quería estar allí, no podía ser...
Tenía la boca seca y me pesaban los párpados, no podía abrirlos. Escuchaba voces que hablaban a mi alrededor, ¿eran dos? No. ¿ Eran tres personas? No , no, no estaba segura, sólo les oía hablar. -¡Que pena!- decían. ¡Tan jóven! ¡Qué mala suerte! Una vida estropeada.
Pero ¿ de quién estaban hablando? ¿No se daban cuenta de que escuchaba? No, no se daban cuenta porque yo no podía abrir mis ojos, no podía decir ni una palabra. Intenté mover un dedo, puse todo mi empeño pero era imposible. Mi mano, como toda mi persona, estaba totalmente pegada a la cama. Oía ruidos, muchos ruidos. Eran pitidos, zumbidos, vocecitas, resoplos continuos, no se... fuera lo que fuera me estaba poniendo muy nerviosa. Me volvían de un lado para otro, parece que me estaban lavando, si, porque yo sentía el agua correr por mi cuerpo. ¡Pero no podía ser! ¿Lavandome? ¿Por qué? No...¿Cuánto tiempo llevaba ahí?
- Qué jóven.
- Pobre chica. ¿Se quedará así para siempre?
¡No! ¿Cómo me iba a quedar así para siempre? Si yo estaba despierta, estaba escuchando todo lo que decían, todo lo que repetían una y otra vez, siempre lo mismo. ¡No!
Me tengo que mover- pensaba. ¡Me tengo que mover! Y cada minuto sentía mas angustia, mas desazón... Sentía como si de un momento a otro fueran a darme por imposible y a dejarme de lado, como si ya no existiera, como si ya no sintiera, como si ya no viviera.
Mi corazón se aceleraba, cada vez más y más. Parecía como si se fuera a salir del pecho. Cada vez me ponía más nerviosa porque el tono de las vocecilla iba aumentando, cada vez escuchaba mas pitidos, mas temblores... ¡ Quiero despertar!- gritaba dentro de mi cabeza.
No se cómo ni por qué, pero sentí un fuerte calambre en los párpados y esta vez fue la definitiba. Ya no es que quisiera abrir los ojos, esque si no los abría me estallaban. Y los abrí. Solamente veía caras estrañas, desconocidas, con los ojos abiertos como platos, como si estuvieran viendo un milagro. Pero enseguida apareció mi hermana, y seguidamente mi padre y mi madre y...todos sobre mi, abrazandome llenos de alegria mientras yo, totalmente anonadaa y perdida, luchaba por mantener los ojos abiertos, después de cinco meses con ellos cerrados.

1 comentario:

José A. Sáinz dijo...

El texto me gusta, tiene fuerza y pulso, pero las faltas son demasiadas. Faltas: ¡En el título! ¡Que pena! ¿resoplos?, no se, si, mas (varias), definitiba, estrañas, abrazandome.