Reinaba un sábado por la tarde lleno de nostalgia. Fué hace unos 5 años.Estaba merendando en la casa de un amigo hunto con otros dos. Sus padres no nos dejaban salir solos a la calle y no aburriamos mucho. Intentábamos pasar el tiempo viendo la televisión o jugando con los muñecos, pero cuando mirábamos por la ventana el buen tiempo que hacía, teníamos cada vez más y más ganas de salir a jugar a la calle. En un descuido de los padres de mi amigo, nos dejaron solos y conseguimos escaparnos. Cuando salimos, el chico de la casa nos llevó a un lugar donde se podía jugar al escondite. Estábamos muy lejos, pero el decía que no nos íbamos a perder. Era la cuarta vez que jugábamos al escondite y yo tenía que buscarlos. Encontré a dos pero el tercero no aparecía. Le llamamos varias veces pero no contestaba. Muy asustados, fuimos corriendo a la casa de mi amigo a buscar a sus padres. Cuando llegamos nos regañaron, pero les dijimos que un chico se había perdido y salimos todos corriendo a buscarle. Después de media hora le encontramos muy asustado detrás de una roca porque había oído unos ruidos. Al final todo quedó en un susto y prometimos no volver a hacerlo.
martes, 23 de septiembre de 2008
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2 comentarios:
Creo que en la palabra "hunto" querías decir "junto", ¿verdad?
(A hunto debes añadir la corrección de aburriamos). Le has dado un giro muy personal al pie; quizá la alusión a la soledad o el día o a la hora hubiera dado más continuidad a ese pie, que aquí parece un poco descolgado.
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