
Las casas que jamás han sido habitadas o las que, como las de los veraneantes, han sido construidas para ser ocupadas durante ciertas épocas del año, no suelen tener fantasmas. Frases de este tipo se escuchaban continuamente en mi antiguo barrio.
Desde pequeña hasta hace escasamente tres años, vivía en un barrio de condiciones muy poco favorables para los habitantes. Era y es un barrio de gente humilde y con costumbres antiguas. Muchos hogares habían sido deshabitados por los propietarios por estas condiciones y otros muchos llevaban años sin habitar, más bien dicho, nunca lo fueron. De todo esto, me fui enterando con el paso del tiempo.
Era en una calle larga y estrecha donde yo salía a jugar con otras niñas a la luz de la luna. La impresión que sentía al salir y ver todas esas casas oscuras y sólo la tuya y pocas más con luz, era muy intensa y desconcertante. Ya en el colegio, se empezaban a oír comentarios entre los niños de los fantasmas, la oscuridad.....¿ Sería verdad que existían?. Esta pregunta rondaba por mi cabeza cada vez que escuchaba esos comentarios o historietas de críos. ¿ Y si estoy en peligro en mi barrio?,¿Deshabitarían por eso los hogares?. Cada vez tenía más preguntas sin respuestas. En la noche de un lunes, me decidí a entrar en una de esas casas oscuras para comprobarlo yo sola. Tenía un poco de miedo pero necesitaba saber la verdad. Elegí entrar en esa casa porque era en la que algún que otro día escuchaba pequeños ruidos. Agarré una linterna, enfoqué a su interior y no me hizo falta ni pasar la puerta cuando tirado en el suelo de mala manera, un mendigo dormía junto a la pared. Al darle la luz en la cara, despertó; quiso venir hacia a mí pero yo, asustada, apagué la linterna y salí corriendo. Desde entonces, os aseguro que los fantasmas NO existen, son todo un mito de los pueblos. ¿Alguien opina lo contrario?.